Mejor no decir nada

Nuevamente habian salido de caza, pero esta vez había decidido quedarme ; habian dicho que hoy salía a la venta la nueva colección de Gucci y no deseaba perdermelo por nada del mundo. Muchos creerán que soy una adicta, pero no lo era; podía parar cuando quisiera. Tuve una visión Jazz volvía a casa y buscaba a Emmett - quien habia salido con Rose de caza o para algo más - y luego subía a nuestra habitación. Escuché que me llamaba "Aquí estoy Jazz" dije despacio, pero sabiendo que me escucharía.

Sonreí al escuchar su terciopelada voz y me acerqué a ella despacio. La miré de arriba a bajo, tan perfecte como siempre, tan dulce y segura de si misma como pocas personas eran. La rodeé con mis brazos.
- ¿Pequeña que tal fueron las compras?
Me hubiese gustado que Alice hubiese venido conmigo a cazar, pero sabia que a ella lo que más le gustaba era ir a comprar, así que me limité sonreir cuando supe que no venia.

Le devolví el abrazo mientras enterraba mi cabeza en su pecho, adoraba su aroma. Una de las cosas que más amaba de Jazz, era que me entendía y jamás me ponía peros en cuanto a las cosas que deseaba hacer. "Bien, he comprado algunas cosas para todos" Dije sin soltarlo, podía pasar una eternidad de esta forma y no cansarme jamás. "¿Has cazado algo interesante?" Le pregunté, sabía que a Jazz le costaba más que el resto esto de alimentarse sólo de animales y sabia que lo hacía por mi; y eso era lo que más demostraba cuanto me amaba. Y yo lo amaba a él de la misma forma.

La separé un poco de mi para poderla mirar a los ojos.
- Sinceramente no, pero bueno... - hize una mueca y le dí un corto beso en los labios - Bueno y a que esperas para enseñarme lo que has comprado, seguro que todo es horrible, teniendo en cuenta tu mal gusto. - dije para hacerla rabiar.
Sabia que lo que más le gustaba era comprar y verla tan feliz con sus modelitos nuevos me alegraba el dia. Y después de la casi penosa caza me apetecia distraerme.

Sonreí cuando me besó castamente en los labios. Era lo que más amaba en esta tierra y sin él mi existencia eterna no sería lo mismo. Me pregunté que habría pasado si nunca lo hubiese encontrado en aquel café.
Me alejé rapidamente de él cuando hizo ese comentario tan horrible de mi gusto. ¡Mary Alice Brandon Cullen no tenía un mal gusto! "Para qué quieres verlo si todo será horrible" dije un tanto herida, sabía que bromeaba pero en cuanto a mi ropa - que es mi pasión - y a mi gusto no era lo más inteligente con que podrías bromear. Me cruzé de brazos y hice un pequeño puchero, seguramente parecía una vampira caprichosa; pero aquello había tocado el fondo de mi no latente corazón.